BIBLIOTECA Dr. LUIS CARLO
VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL
A la memoria de Nicolás Carlo Mejía , Teresa de Miño, Pablo Guerrero Losada y José Crusellas Ventura

Cuando cursaba mis estudios primarios me inscribí para estudiar inglés en la Academia del Centro Ecuatoriano Norteamericano que quedaba cerca de mi casa. Este centro contaba con una biblioteca, que era una versión de las clásicas bibliotecas americanas que vemos en la televisión. De mucho orden, con cada libro con una franja de un color que identificaba a que sección pertenecía el libro y además con un código decimal que indicaba el orden en que debían ubicarse los libros en los estantes. Además tenían una sección para las nuevas revistas y periódicos que estaba a disposición de los lectores y que se renovaba cada semana. Era la típica biblioteca comunal de Estados Unidos donde uno se podía hacer socio, creo que pagando una pequeña membresía, y se podían prestar libros para llevar a casa. El orden de esta biblioteca siempre me llamó la atención y siempre me quedó el deseo de que algún día mi biblioteca tenga este orden tan colorido y práctico. De esta época tuve la oportunidad de ver de cerca y con lujo de detalles como se administraba una biblioteca y archivos en forma técnica y profesional. Fue una buena experiencia que me ha servido toda la vida.

El Centro Ecuatoriano Norteamericano

En días pasados pedí la ayuda a mi colega filatelista Elvis Vélez que me ayude consiguiendo unas fotos para esta reseña histórica de la Biblioteca del CEN, ya que las fotos que puse eran de otra biblioteca. Hubo sorpresa, pues esta biblioteca ya no es de consulta para el público en general. Conseguir permiso para una foto fue todo un trámite , y de lo que puedo ver en la foto, todo está muy cambiado. No hay rastros de la biblioteca donde cada libro tenía una franja de colores que identificaba a que sección pertenecía. Ahora solo vemos el panorama normal de una biblioteca bien organizada, es decir que cada libro tiene su etiqueta con la información que permite su clasificación y ubicación. Es una pena pero parece que en algún momento hubo una renovación completa de la biblioteca y ahora el panorama es diferente como lo vemos en la siguiente foto.
Cuando cursaba la secundaria el Colegio San José La Salle inauguró su biblioteca. Su administradora sería la Sra. Teresa de Miño. Teníamos obligación de hacer un determinado número de horas en la biblioteca por la tarde, lo que se controlaba con una cartilla. Para mí no era un castigo, sino todo lo contrario. Era una biblioteca muy surtida, pero sobre todo administrada con mucho cariño por la Sra. Teresita. Ella hacía el papel de bibliotecaria a cabalidad, a pesar de que no tuvo formación profesional en esta área. Cuando uno necesitaba algo, y no había todavía google, uno le preguntaba a la Sra. Teresita donde podía encontrar material sobre algo que se requería para una investigación o un deber, y ella traía el libro que iba a tener lo requerido. En esta biblioteca que no estaba codificada descubrí la codificación que usaba la biblioteca del CEN, que era el código decimal Dewey. Se lo quise prestar para sacarle una copia y me lo negó, me dijo que me podía prestar cualquier libros menos ese. Ella tenía temor de que se pudiera perder. Luego de unos años se lo volví a pedir ya como profesor y con el aval del Hno. Dositeo, y me lo volvió a negar, ni con orden de la autoridad me lo podía prestar. Años mas tarde lo compré en Amazon.

La Sra. Teresa de Miño

La Codificación Decimal Dewey
Recuerdo que la biblioteca del San José tenía unas bonitas enciclopedias de conocimientos generales de Salvat editores, que luego me enteré que podía ser adquiridas por fascículos de circulación semanal, lo que facilitaba la parte económica grandemente ya que era algo que mi bolsillo podía pagar. De esa época armé las siguientes enciclopedias:
Por ser el menor de 5 hermanos, me tocó heredar lo que mis hermanos mayores ya no necesitaban, entre eso por supuesto la ropa y además sus libros. Y en algún momento también un álbum de estampillas de recién comenzado, de mi hermano Pedro, que me permitió cultivar una bonita afición.
Primero fueron los libros de la época colegial. De esa época incorporé algunos libros de física que me fueron muy útiles en el último año de colegio para hacer frente a un curso muy difícil antes de graduarme de bachiller.
Pero ya comenzando la carrera de Química y Farmacia me tocó recopilar los libros de mi papá, el Dr. Nicolás Carlo Mejía, en las áreas de Farmacia:. la Farmacia Remington, el Formulario Nacional, la USP Farmacopea, la Farmacopea brasileña y la Farmacopea Francesa, En Química Industrial: La Enciclopedia de Química Industrial Ulhman , el Formulario Industrial de Formosa y muchos otros formularios químicos. En Química : libros de Química General, Orgánica, Analítica y libros de Biofísica, que fue la última materia que él dictó en la Universidad.
Dr. Nicolás Carlo Mejía
Los primeros libros que incorporé a partir de ese momento fueron parte de la bibliografía que los profesores recomendaban. En esos tiempos las únicas fuentes para poder comprarlos eran las librerías Científica y la Librería Cervantes. La misma enciclopedia, la misma edición que yo compré hace mas de 40 años aún se podìa comprar en esta librería. En estos tiempos ese era el horizonte de libros que podìamos tener, si lo traían y lo ponían a la venta estas librerías entonces se podìan incorporar a la biblioteca. Si se conocía la existencia de algún libro había que aprovecha en algún viaje visitar alguna librería y de pronto traer la novedad al país. Y pare de contar.
De la época universitaria recuerdo mucho las palabras de mi profesor y amigo el Dr. Pablo Guerrero, "El químico es libros". Decía que los químicos mas que cualquier otra profesión teníamos que buscar la información que necesitábamos en los libros. Estamos hablando de la era pre-internet.
Una muestra viviente de este refrán de Pablo, fue nuestro vecino en Kronos el Dr. José Crusella, quien fue el primer decano de la Facultad de Ciencias Químicas. Nos visitaba con frecuencia y conversaba mucho con mi papá. Coleguita, me decía. En una ocasión tuvimos una discrepancia sobre un aspecto técnico que no recuerdo, se suponía que yo había tenido la razón pero Pepe Crusellas se retiró poco convencido, y al día siguiente vino con un libro de su biblioteca y me mostró y me demostró con libro en mano de que yo era el equivocado. Le gané al coleguita, se fue diciendo.
Al fallecer Pepe Crusellas, quisimos comprar su biblioteca, pero hubo mucha discrepancia entre sus herederos. Argumentaron que Pepe había dejado indicado que sus libros no se vendieran. Algo que me pareció muy raro. Alcanzamos a comprar algunos libros de Química de Alimentos y Química Industrial, cuando alguno de sus herederos tenía alguna necesidad económica. Pero la gran mayoría de libros de esa gran biblioteca se apolillaron y se pudrieron por la humedad. Fue una pena en verdad.
El Dr. José Crusellas Ventura y el Dr. Pablo Guerrero Losada
Ya en el ejercicio profesional, debemos dividir algunas etapas en la búsqueda y consecución de libros técnicos en el área de Farmacia fundamentalmente. Hablemos en primer lugar de la era pre-internet. Primero había que enterarse que algún libros existía y luego había que ver la forma de conseguirlo. Primero había que atender las necesidades para responder a las exigencias del Instituto Nacional de Higiene en el registro sanitario de nuevos productos.
Y es así como debíamos comprar la nueva US Farmacopea. Ya este libro no lo traía ni la Científica ni la Cervantes, entonces teníamos que escribirle directamente a la USP. Me ayudó a hacer una carta pidiendo una proforma que incluye el envío del libro por correo certificado con pago con cheque anticipado, el profesor del seminario de Biofarmacia previo a mi graduación de Químico y Farmacéutico. Hice la carta, la despaché por correo. Contestó la USP . Los americanos siempre contestan la correspondencia. Preparé el cheque , y lo envié por correo certificado. Y lo recibí después de un mes. Este fue el primero de muchos libros comprados de esta forma pues aún no había Internet y no se acostumbraba el pago con tarjeta de crédito a través de esta modalidad. De hecho la tarjeta de crédito solo era para compras en persona. El libro fue la USP 21-NF 15, que es justamente la primera edición donde US Farmacopea y el Formulario Nacional se unieron.

Una gran fuente y la única de su tipo para conocer la bibliografía en las ciencias farmacéuticas fue por algunos años la lista de Farma International. Nuevamente les recuerdo que aún Internet no llegaba, así que tener un listado de esta forma era algo muy importante. Se compraron algunos libros a través de Farma International, pero salían muy caros. La razón principal de este precio elevado era que Farma despachaba los libros solo por courier y no por correo certificado. Y el costo del courier algunas veces incluso superaba el precio del libro. Dos veces se los visitó para comprarles libros que ellos tuvieran en stock y poder traerlos como equipaje y evitar el pago del courier. Pero esto no se podía hacer cada vez y cuando y tampoco Farma tenía en stock todos los libros. Algunos los despachaba bajo pedido, haciendo la adquisición con la casa editorial y luego Farma hacía el reembarque.

Luego empecé a escribir a los editoriales de estos libros a fin de comprarlos en forma directa. El procedimiento fue el mismo que se usó para comprar la primera USP. Se pedía cotización por correo y luego se lo hacía por fax. La casa editorial de la que más compramos en esa época fue Marcel Dekker . Sus libros del área farmacéutica tenían un característico color concho de vino y venía numerados. Era una serie de libros de diferentes temas farmacéuticos pero no era una enciclopedia. Tenían muy buen marketing. Una vez que les hice la primera compra me incluyeron en su lista de correos y recibía su publicidad con bastante información sobre sus novedades. Un ejemplo de esa información la podemos ver a continuación y a continuación el listado donde Marcel Dekker iba añadiendo mas libros a esta serie y que usaba para controlar que libros se había comprado y cuales estaban en la lista de espera.



En esa época mi papá se habia suscrito antes de yo colaborar en el laboratorio a dos revistas: Drug and cosmetic y Chemical Marketing Reporting. Estas revistas las recibíamos en nuestra casilla postal. Yo era el encargado de renovar estas suscripciones enviando el cheque por correo certificado. CMR la descontinuamos. , pero por algunos años mas continuamos con Drug and Cosmetic . Cambiamos a la suscripción gratuita en papel gratuita que la recibíamos en nuestro casillero de Club Buzzom en Miami y finalmente pasamos a la en su versión digital que es gratuita para cualquier usuario en cualquier parte del mundo. Aún estamos suscritos a esta revista.
En esa época también había otro problema, y era con relación a los artículos en revistas especializadas. Por algunos años si un investigador iba por esta ruta, tenía que suscribirse para recibir en físico el International Pharmaceutical Abstract. Esta era una publicación periódica que tenía dos tipos de contenido. Uno mensual en donde se hacia una recopilación de todos los artículos publicados en todas las revistas farmacéutica y otra semestral en donde se hacía un índice acumulativo.



En esa época si uno identificaba un artículo que uno necesitaba y no estaba suscrito a la revista, la opción mas económica que existía era escribirle al autor del artículo y solicitarle que nos facilite (regale) una copia de su artículo. Esto obviamente requería mucho tiempo , paciencia, y no siempre se obtenían resultados positivos. En la Facultad de Ciencias Químicas tenían una tarjeta que supuestamente era un modelo para pedir artículos de esta forma. Copié el contenido de esta tarjeta e hice un formulario con mis propios datos. Aún no se inventaba el correo electrónico. Así que aunque parezca cavernícola esta forma de conseguir artículo, esta es la forma de hacerlo.
Hasta aquí las experiencias de la era pre Internet.
Próximo a terminar el siglo 20, y listos para comenzar el nuevo milenio llegarían uno tras de otro inventos que cambiarían significativamente la forma como manejaríamos la información y la adquisición de libros.
Llegaría la Internet, y casi enseguida el correo electrónico, con lo cual la correspondencia por correo tradicional y el uso del fax tendrían su partida de defunción. Ahora la comunicación iba a ser mas rápida y sobre todo mas económica.
La llegada de Amazon fue revolucionaria. Recuerdo la primera búsqueda que hice de libros farmacéuticos. Por poco pierdo la cordura, imprimiendo hoja tras hoja un listado de bibliografía que no había visto en la lista de Farma International. Ahora ya no era necesario contactarse con cada casa editorial, ya que todos los editoriales estaban en Amazon. Y la forma de pago con cheque por adelantado desapareció, pues Amazon hizo obligatorio el pago con tarjeta de crédito. Ahora ya era cuestión de establecer prioridad en las necesidades y ser muy juicioso para comprar lo que en verdad iba a tener un impacto positivo para la solución de un problema en el trabajo. El mundo de los libros cambió monumentalmente con la llegada de Amazon. Ya nada fue igual de aquí en adelante.
Y por si fuera menos, con el tiempo Amazon presentó oferta de libros usados, que salían casi regalados, donde había que pagar los gastos de envio. Aquí nos abastecimos de un buen número de libros. Muchos de ellos habían pertenecido a bibliotecas de universidades y de laboratorios farmacéuticos.
Y que ocurrió con la búsqueda de artículos de revistas especializadas. Así como Amazon cambió la forma de como conseguir un libro. Google cambió la forma en que conseguimos información. Como por acto de magia, usando las bondades avanzadas de google, usando las palabras adecuadas, y también haciendo búsquedas en inglés uno podía llegar a una lista de artículos que podían ser de utilidad en el trabajo en que estuviésemos .
Para esta época hice mi tesis doctoral y entonces experimenté como el International Pharmaceutical Abstract prácticamente moría ya que todo lo que hacía esta publicación se había digitalizado con google y de paso era gratis. Ahora el otro problema era conseguir los artículos. En algunos casos en el artículo estaba la dirección de correo electrónico del autor, y entonces se le escribía solicitándole una copia del artículo. La mayoría respondía. Pero habían otros casos en donde la dirección del mail no estaba, porque el artículo tenían algunos años o porque simplemente no lo pusieron. Aún las revistas no habían incursionado en la venta individual y directa de artículos como lo hacen ahora. Entonces aquí me sirvió The British Library. Les escribía por fax (todavía). Me cotizaban el envio de los artículos solicitados. Lo que solo se hacía físicamente. No todavía en formato pdf. Les pagaba con tarjeta de crédito por fax. Y recibía los artículos por courier en 72 horas. Excelente servicio. No he vuelvo a usarlos, pero me imagino que ahora el envío ha de ser en formato pdf por mail o por un enlace de repositorio digital para bajar los artículos comprados. Que cambio si lo comparamos a la forma como se lo hacía en la era pre internet.
Ahora es muy fácil comprar un artículo individual directamente a la casa editorial que publicó el artículo. Es una opción no muy económica, pero conseguir el artículo que necesitamos se ha reducido a casi nada en el tiempo.
Ya con mis hijos en los últimos años de colegio y próximos a ir a la Universidad, conocí los primeros textos a color. Que diferencia con los textos de mi época en blanco y negro. Solamente quienes hemos vivido las dos épocas podemos comparar y apreciar la gran diferencia de tener un texto en blanco y negro, insípido y hasta feo, muy diferente a los textos mas nuevos, artísticamente ilustrados a todo color, algunas veces con contenido adicional, al comienzo con un CD adicional, y luego con la página web de acompañamiento propia del texto con contenido adicional tanto para el profesor como para los alumnos. Toda una revolución en los textos colegiales y universitarios.
Cuando mis hijos siguieron sus carreras en Química y Farmacia e Ingeniería Química decidí invertir en una actualización de la biblioteca con textos que iban a necesitar. No estábamos limitados a la oferta de la Librería Cervantes solamente, pues la Librería Científica ya no existía. El límite era Amazon y el cupo de la tarjeta de crédito por supuesto. Pero como fuimos año por año, aprovechando oferta de libros de segunda mano, todo el tema fue mas llevadero. Nuestra biblioteca se actualizó a los textos que un estudiante en una universidad extranjera tendría a la mano para su carrera.
En Química muchas cosas cambiaron entre los años en que yo estuve en la universidad y la época de mis hijos. La primera sorpresa me la llevé cuando busqué en Amazon libros de Química Analítica Cualitativa y la segunda cuando busqué libros sobre Análisis Orgánico. En ambos casos Amazon no me traía como resultado ningún libro, ni siquiera mis viejos libros aparecían en esas búsquedas.
Una investigación en el tema me llevó a la conclusión de que los métodos instrumentales de Análisis Químico habían desplazado a estas dos materias que ya no existían mas ni como materias, ni como capítulos en un libro. Ahora solo existe la Química Analítica, que prácticamente es la que conocíamos como Química Analítica Cuantitativa con inclusión de los métodos instrumentales de análisis. Lo mismo ocurrió en la Química Orgánica donde los textos de esta materia incluían capítulos sobres los métodos espectrométricos para determinar estructuras de compuestos orgánicos, de amplia aplicación profesional actualmente.
Por otro lado una sección importante en mi biblioteca es la correspondiente a las Ciencias Matemáticas . Fui profesor de Matemáticas en el Colegio San José La Salle y fui profesor tutor de la selección de Matemáticas en los concursos intercolegiales. También fui profesor de Matemáticas, Estadística e Introducción a la Computación por un breve período de tiempo en la Facultad de Ciencias Químicas. Luego fui profesor de Método Cuantitativos en Administración y Administración de Operaciones en la ESPAE - Escuela de Postgrado en Administración de Empresas. Una característica de todas estas experiencias académicas es que me hice de una importante bibliografía para la preparación de mis clases.

A través de mi afiliación a MAA, Mathematical Association of America, conocí a la empresa proveedora de cursos grabados de profesores universitarios en diferentes ciencias, pero particularmente en Matemáticas, The Great Courses (Antes llamada The Teaching Company) . Originalmente estos cursos que corresponden a un semestre de curso universitario dictados por profesores de grado PhD, eran ofrecidos en formato DVD, ahora también lo hacen en formato streaming. Yo he incorporado a mi biblioteca todos los cursos en el área de matemáticas de esta empresa, también en Astronomía, a la que soy aficionado. Y lo mas importante no solo adquirí estos curso sino que los he seguido y completados todos ellos en el área de Matemáticas y algunos en Astronomía. Pueden ver mas detalles de los cursos de esta empresa en el siguiente enlace. The Great Courses. Y pueden ver el listado completo de los cursos que forman parte de esta biblioteca en el siguiente enlace. Ver

Esta es una biblioteca hecha a la antigua, es decir con libros en físico. Es de una época en que lo digital aún no existía, y si existía, no en la dimensión actual. Es verdad que ahora los libros se pueden conseguir en formato pdf. Puede ser mas práctico, no mas cómodo, pero es la actualidad. Es verdad que muchos de estos libros a veces se consiguen gratis en Internet, pero eso en libros profesionales es cada vez mas raro. Hay mas cuidado de las editoriales. Así que libro en físico o digital, igual hay que comprarlo.
Así como fue necesario organizarse para tener cierto orden sistemático en una biblioteca física, tal vez es necesario organizarse bien para una biblioteca digital. Sino tendremos un conjunto de archivos en un disco duro, en donde si no somos hábiles después no encontramos lo que necesitamos. Será necesario organizarse alguna manera, y sobre todo organizarse para que algunos usuarios puedan hacer uso de los recursos de una biblioteca digital. Manejar una buena política de comunicación para informar de las nuevas incorporaciones digitales a la biblioteca.
Y en el mundo digital no todo es solo libros. También hay artículos sueltos. Información técnica de proveedores. Videos, Webinars. Y todo esto en conjuntos comienza a ocupar buen espacio. Ya un disco duro no es suficiente. Y llevar todo a la nube tiene un costo. Y llevar todo a varios discos duros requiere organización y buen cuidado. Pues los discos duros se pierden y se dañan, y de una sola se pueden perder todo el contenido digital. Es decir que si bien lo digital va a terminar imponiéndose, requiere tal vez mucho mas esfuerzo para organizar su contenido y cuidar su integridad.
Al momento de escribir esta reseña se habla mucho de inteligencia artificial y el chatGPT. Que pasará con google, será relegado a un segundo plano por las búsquedas que podamos hacer con el chatGPT, que permite de un solo golpe obtener información y reseña redactada sobre un tópico en particular. No lo sé. Eso tal vez sea un comentario posterior continuando esta reseña.
Al hablar de una biblioteca, hablamos de orden, clasificación, codificación. Todo esto es aplicable también a los archivos. Las series policiacas y detectivescas americanas tienen como característica común presentarnos en algún momento archivos muy bien organizados, archivadores bien etiquetados y organizados es una norma en la mismas. En la decada de los 90, primero en la televisión por aire, y luego en cable vimos una serie llamada "Los expedientes X". Actualmente se pueden ver sus 11 temporadas y sus dos películas en Star plus. Todos sabemos de que se trata esta serie pero pocos saben porque se llama así. Bueno, en la quinta temporada develan el misterio.
Sucede que el FBI tuvo una serie de casos que nos resolvían, y muchos tenían que ver con fenómenos paranormales. Estos casos no podían descartarse pues por norma debían permanecer en archivo hasta que se reabran o se resolvieran. Pero no podían permanecer indefinidamente con los demás expedientes. Entonces la persona encargada del orden del archivo a estos expedientes les antepuso una X. De esta forma todas carpetas similares serían encontradas junto a los demás en el orden que le correspondiera. Porqué X? Porque era la letra menos usada.
La frase "the truth is out there" es un lema icónico de la serie de televisión "The X-Files" (Los Expedientes X en español). La serie se centra en los agentes del FBI Fox Mulder y Dana Scully mientras investigan casos paranormales, extraterrestres y conspiraciones gubernamentales. La frase se utiliza en la introducción del programa y se ha convertido en un símbolo de la búsqueda de la verdad más allá de lo que se puede ver superficialmente.
En el contexto de la serie, "the truth is out there" se refiere a la idea de que hay una verdad oculta, una realidad más profunda y desconocida, que se encuentra más allá de lo que la sociedad o el gobierno están dispuestos a reconocer. Mulder, uno de los personajes principales, está obsesionado con descubrir la verdad detrás de los fenómenos inexplicables que investiga y cree que hay una conspiración a gran escala para ocultar la existencia de extraterrestres y otros eventos sobrenaturales. Esta frase encapsula su creencia en que hay algo más allá de lo que se ve a simple vista y que está determinado a descubrirlo."The truth is out there" representa la búsqueda constante de la verdad y la revelación de secretos ocultos en un mundo lleno de misterios y conspiraciones.
La frase "the truth is out there" también tiene relevancia para el personaje de Scully, aunque de una manera diferente. Mientras que Mulder está convencido de la existencia de conspiraciones y fenómenos paranormales, Scully tiende a buscar explicaciones científicas y lógicas para los eventos que investigan. Ella representa el escepticismo y el deseo de encontrar explicaciones racionales detrás de lo que podría parecer inexplicable.
En la dinámica entre los personajes, la frase "the truth is out there" también refleja la relación entre la fe y la razón. Mulder representa la fe en lo desconocido y lo misterioso, mientras que Scully representa la necesidad de evidencia y lógica. A lo largo de la serie, ambos personajes evolucionan y a veces cambian de roles, lo que agrega profundidad a la exploración del tema de la verdad y la percepción.
Y así como los agentes Mulder y Scully buscaron permanentemente la verdad , los investigadores y profesionales en el mundo real también buscan información para resolver los problemas de su diario vivir, y en esta parte los libros, sean estos físicos o digitales, serán por siempre los repositorios de útil información y conocimientos organizados sistemáticamente a los que nunca se va a dejar de acudir. Eso no va a cambiar nunca.
Por lo pronto esta es la historia como se ha formado una biblioteca física en 50 años pasando de la era pre internet a la era internet. Pasando de la época de los libros en blanco y negro a los libros a colores. Pasando de los libros físicos a libros digitales. Fue un viaje un poco largo, por eso lo extenso de esta reseña.
Los invito a conocer como está organizada esta biblioteca VER
Y también los invito a conocerla a través de sus distintas secciones VER